emblema de la S.T.

Emblema negre ST

En todas las simbologías y religiones arcaicas encontramos asociada la figura del Dragón, de la gran serpiente, con la idea de Sabiduría, o al menos, de conocimiento de cosas ocultas. Los “Dragones de Sabiduría” se denominaban antiguamente los Grandes Iniciados, a Instructores o Maestros en Religión, Filosofía y el Arte de Curar. En el México prehistórico se denominaban “Los Nagas” (o serpientes) a una de las grandes tribus o clanes de la subraza Tolteca, así como a los Sacerdotes o Magos.

El sello Teosófico comprendido dentro de una serpiente, alude, pues, a la Sabiduría que es posible obtener en este Universo, es decir LA TEOSOFÍA, o sea, el conocimiento de todas las cosas que la Divinidad está llevando a cabo en su incesante labor de crear, preservar y destruir mundos. La serpiente enroscada sobre sí misma en forma de círculo, significa los ciclos a base de los cuales procede la manifestación de lo visible, así como la evolución y el desarrollo de todo aquello en que se infunda la Vida Una, desde el Cosmos y el Planeta hasta el Hombre y la célula; desde las sucesivas civilizaciones hasta las instituciones, los sistemas, la Historia, etc. “El Círculo, -dice el Maestro- indica la cualidad dimanante y circunscribiente del TODO; el principio universal, que desde un punto dado se dilata y extiende hasta contener en Sí todas las cosas, incluyendo la potencialidad de cada acción en el Cosmos”.


Emblema-Serpiente enroscada (amarilla)-3

Uroboros o la serpiente enroscada, con su cola en la boca, representa, pues, el Círculo de lo Infinito; el espacio abstracto-absoluto en el cual se manifiesta, por modo enteramente periódico, el espacio concreto-relativo con su multiplicidad de universos.
Cada vez que la serpiente “se traga la cola” transcurre un Ciclo Mayor compuesto de siete ciclos menores. El cambio periódico de su piel podría simbolizar la regeneración y el renacimiento. La cabeza y la cola pueden simbolizar el Principio y el Fin, la Causa y el Efecto. Cada causa contienen en sí, potencialmente, el efecto, y todo efecto viene a ser causa a su vez. Según esto, la cabeza y la cosa serían el Alpha y la Omega de la naturaleza manifestada, del Logos, del Gran Dragón de la Sabiduría.


Emblema-estrella de David (dorada)

Los triángulos entrelazados, o sea, la “Estrella de Seis Puntas”, signo hindú de Vichnu, (de donde lo adoptó Salomón) aluden, tomando en cuenta su sentido oculto, a las Siete fuerzas de la Naturaleza; los Siete Planos o Mundos, los siete principios, etc. Simbolizan también la unión del Espíritu (o sea el fuego), la llama que asciende, con la Materia (o sea el agua) que fecunda y se expansiona. Ambos son inseparables y expresan los dos aspectos pensables de Lo Absoluto.

El doble triángulo, considerado por los Kabalistas como el Sello de Salomón, es el Sri-Antara del arcaico templo Ario, e indica la síntesis geométrica de toda la Doctrina Oculta, el “Misterio de los Misterios”. Simboliza la base de la Creación y contiene la “cuadratura del círculo”, la Piedra Filosofal, los magnos problemas de la Muerte y de la Vida, así como el Misterio del Mal. El doble triángulo implica el Gran Activo y el Gran Pasivo; Purusha y Prakriti entre los hindúes; algo equivalente a Espíritu y Materia entre los occidentales; principio generador y principio fecundador; macho y hembra, etc. De ambos triángulos entrelazados, el que apunta hacia abajo es la Sabiduría ya revelada en este mundo fenoménico, y el que apunta hacia arriba es la Sabiduría oculta aún. El doble triángulo o Estrella de Seis Puntas es el perfecto siete porque su punto central es el germen del seis y su matriz; siendo el círculo que lo abarca el Infinito Espacio o Principio Universal.

Cada triángulo es una Trinidad porque implica un triple aspecto. El blanco representa, en sus líneas rectas, el Conocimiento, el que conoce y lo conocido. El negro representa la substancia, la Forma y el Color. Ambos denotan las fuerzas creadoras, preservadoras y destructoras que se hallan íntimamente correlacionadas entre sí, como las tres ”Gunas” de la materia.


   Emblema-ruz ansada (dorada)

La Cruz Ansata, el “Ank” o Cruz con asa, es la cruz de carne en la que el hombre está incesantemente sacrificando al divino Logos, su YO superior. En el bosquejo, sumamente simple, representa un hombre: la cabeza y la espina dorsal que son el Sendero o camino de Kundalini, la Fuerza Serpentina, la Tercera Corriente que con las dos precedentes forma una cruz en el cerebro y al fin llega a “la puerta de Brahma”, o Brahmaranda, en la coronilla. La Tau es así “el Sendero de la Evolución Espiritual” y corresponde al TAO (tao significa “camino”) de los chinos, la palabra sagrada de la Cuarta Raza Raíz. Es razonable, pues, deducir que este símbolo, como los demás, tuvo su origen en la Atlántida.


Emblema-esvástica (dorada fondo blanco)

La Svástica. Pocos símbolos existen que encierren mayor significado que éste. Es Alfa y Omega de la Fuerza Creadora Universal desarrollándose del espíritu puro, y terminando en la materia densa. Sus cuatro brazos vueltos en ángulo recto se refieren al continuo movimiento y evolución del Cosmos invisible de las Fuerzas Primordiales; en el Cosmos manifestado y en la tierra significa la rotación de los ejes del mundo y sus cinturones ecuatoriales; en su posición giratoria simboliza el dinamismo que alienta en toda partícula y en todo ser, desde el átomo al Cosmos; la continua vibración de todo lo que existe; la energía en acción. La Svástica (palabra que significa seña propicia) es el sumario de la Evolución del Cosmos y del Hombre. En una de las catacumbas de Roma se encontró este signo con la inscripción “Vitalis Vitalia” o sea: Vida de la Vida.


Emblema-Aum (dorado)

Por último, el signo sánscrito que corona el Sello es la Palabra Sagrada, la síntesis de todo sonido creador, de toda manifestación y de toda aspiración a la Unidad Fundamental de la Existencia.


Annie Besant